sábado, 22 de mayo de 2010

Sobre sabiduría tolteca

Según Edgar Cayce, parapsicólogo estadounidense llamado el gran vidente de América (Hopkinsville, Kentucky, 18 de marzo de 1877 – Virginia Beach, 3 de enero de 1945), la desaparecida Atlántida estaba constituida por tres enormes islas situadas en el Océano Atlántico.

Afirmó que allí existió una civilización que se desarrolló durante 200.000 años y cuya última isla desapareció hace 10.000 años. Cayce aseguraba que en la Atlántida poseían una ciencia y cultura extraordinarias y superiores a la nuestra y que desarrollaron la energía atómica, algo que más tarde contribuyó a su desaparición y hundimiento en el mar. Edgar Cayce afirmó también que los supervivientes que lograron salir antes del desastre se extendieron por América Central y del Sur, y por el Norte de África, amén de un pequeño núcleo que según él se estableció en el Norte de España y llega a identificar con el pueblo vasco.

Sea lo que se quiera de todo ello, lo cierto es que afirmó que esta civilización, aparte de esta ciencia extraordinariamente desarrollada, poseía sabiduría.

Parece que ese conocimiento científico y de sabiduría lo conservaron como herederos directos estos descendientes que llegaron a América Central y América del Sur, el pueblo tolteca, y que se transmitió solamente a algunos merecedores de esta transmisión. Por otro lado, se exigía poseer extraordinarias condiciones para comenzar y seguir esta sabiduría.

Comentemos un poco los cuatro acuerdos de sabiduría tolteca:

1.- “Sé impecable con tus palabras…”

El dominio de la palabra el auto-control de la palabra es esencial por muchos respectos. Existen multitud de razones: “Daréis cuenta de toda palabra necia o innecesaria” (Evangelios); “Quien domina su lengua domina su vida”; “Nunca te arrepentirás de haber callado (Pueden existir casos que sí, pero normalmente se puede solucionar) pero sí de haber hablado”; El “silencio interior” que ha de acumularse, según la filosofía tolteca (suspender el diálogo interno para llegar al “conocimiento silencioso” antesala de toda videncia.)  También en las reglas de los monjes frecuentemente se aconseja el silencio total o parcial.

2.- “No te tomes nada personalmente…”

Esta sentencia tendría que ver con la no identificación que preconiza el “Cuarto Camino” de Gurdjieff y Ouspensky y por supuesto está en plena relación con la doctrina tolteca de perder “La forma personal” para llegar a ser perfecto vidente.  Está plenamente relacionado este acuerdo, también, con todas las partes de la doctrina tolteca la cual es muy sofisticada, en contra de lo que algunos podrían suponer. No identificarse, no tomarse nada en forma personal, es la clave del desarrollo del Yo real frente al pequeño yo egoísta, resentido, vengativo, acomplejado, triste, que nos sume en la ignorancia y esta (en gran parte) falsa cultura en que vivimos.

3.- “Haz siempre lo máximo que puedas…”

Se justifica por sí mismo. Es un acuerdo o regla que está llena de sabiduría. Está relacionado con vivir en el instante. El que está despierto en el sentido místico profundo, el que está realizado, vive con plenitud el presente, ama, etc. No es esclavo del pasado ni del darle vueltas a las cosas inutilmente, ni del resentimiento, etc. Esto no excluye en mi opinión la revisión de vida tal como se contiene precisamente en la “Recapitulación” tolteca como modo de recuperar la energía perdida a lo largo de la vida. O en el ejercicio que aconseja el cristianismo de cada noche revisar lo que hicimos bien durante el día para congratularnos impersonalmente de lo hecho correctamente o arrepentirse (sin escrúpulos ni pesares innecesarios) de lo que hacemos mal, procurando poner la intención de mejorar.

4.- “la filosofía tolteca, utiliza el Juez, la víctima y el guerrero, afirmando que tenemos que tener `bajo control´ tanto al juez que nos juzga una y otra vez a nosotros mismos, y a los demás, pero sobre todo contra nuestra propia persona, a la víctima por querer `auto-compadecerse”´en cada batalla perdida, y debemos de actuar como el Guerrero, que estudia las `batallas´ con sus `armas´ tales como la sabiduría, la paciencia, el amor, con sus estrategias, su fuerza, para poder salir airoso, y poder seguir viviendo feliz controlando y manteniendo a raya , al juez y a la víctima.”

Es un buen resumen de la “libertad plena” que persigue el guerrero tolteca. Ya lo dijo Cristo: “No juzgues y no serás juzgado, no condenes y no serás condenado.” (Lc 6,36-38). Por otro lado el no auto-compadecerse es esencial para el guerrero. El guerrero estudia todo, realiza su estrategia y lucha. Pero, atención, lucha sobre todo contra sí mismo, contra su personalidad inferior, contra su cuerpo, contra la vejez, contra el mal, contra la muerte.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante artículo. Siempre me fascinó la cultura Tolteca y me ha parecido muy buena idea el nombrar los cuatro acuerdos de la misma, ya que los considero de primera utilidad en nuestra vida diaria.

Un abrazo.

Juan Dianes dijo...

Pues sí; lo son. Ojalá los siguiésemos siempre.
Muchas gracias por el comentario.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Todo lo expuesto es eternamente educacional para quien quiera despertar los 6 sentidos a un nivel superior.
Todas las culturas tienen sus anologías para ser bien interperetadas y cada ser humano a su nivel hará...
Los humanidad está dividada entre los centros llamados chacras: Los que trabajan por debajo el diafragma, y los que trabajan por encima, dando por resultado, al hombre instintivo y al que ya empieza a penetrar en el verdadero camino.



Gracias.

Anónimo dijo...

La Atlántida es un una realidad en demostrar en un futuro no muy lejano. Las puertas esán abriendose de par en par.
Cuando hay un cataclismo como el que estamos empezando a vivir, resurge lo olvidado. Nada debe sorprendernos...



Un abrazo.