Cuidando de buscar la Verdad según los demás,
cada vez se retiraba más de mí ...
Ahora ando sólo conmigo mismo,
y no hay otro más que yo;
no obstante, no soy él...
Una vez entendido esto,
estoy con Él cara a cara.
(Tung-shan. Ensayos Sobre Budismo Zen, del Dr. Suzuki)
Cuando escucho al otro, ¿No lo escucho dentro de mi, sin salir de mí mismo?
Sin embargo existen otros... estoy con los otros...
Nadie puede sustituirme... porque estoy, al mismo tiempo, acompañado y solo.
Pero... ¿este estar conmigo mismo... es cierto? ¿Con quién estoy? ¿Acaso no soy yo también un desconocido para mi, alguien también ajeno a mi ser genuino interior?
Ahora ando sólo conmigo mismo,
y no hay otro más que yo;
no obstante, no soy él...
Este mí mismo con el que estoy sólo... tampoco soy yo.
Cuando se comprende ésto se ha conseguido la iluminación porque "estoy con Él cara a cara".
Estoy cara a cara con ese "Él" que ya no es el pequeño yo de la personalidad. Ése "Él" que no puede describirse, así como no se puede explicar la iluminación.
2 comentarios:
Un gran texto, de profundidad ilimitada.
Para meditarlo durante toda la eternidad.
¿Quien soy? ¡Soy Tu!
La enigmática preséncia se devora en el si mismo...
Gracias.
Gracias Olga por el comentario. Profundo y sencillo.
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